Marketing inmobiliario de guerrilla para vender como sea
¿Te acuerdas de Emilio, el comercial que protagonizaba un reality show en el que podíamos seguir la evolución de la venta de un loft? ¿Y de los “Independizator”, la miniserie semanal que narraba las peripecias de sus protagonistas en el afán por encontrar piso? ¿Y de la ruta del embargo, que permitía hacer un tour por Madrid y otras ciudades a la caza del “chollo” inmobiliario? ¿O quizás recuerdas la inmobiliaria que rebajaba mil euros diarios el precio de un piso, que finalmente vendió? Éstas y otras iniciativas que hemos reflejando en este espacio son ejemplos de estrategias ingeniosas de marketing inmobiliario.
En épocas de bonanza, cuando la demanda superaba en muchas ocasiones a la propia oferta, vender un piso no requería el despliegue de grandes estrategias, ya que, como reconocen algunos comerciales, “les quitaban los pisos de las manos”. Hoy, sin embargo, la dificultad de vender y el gran stock de viviendas donde elegir obligan a los profesionales e incluso a particulares a echar mano del marketing inmobiliario para conseguir vender sus inmuebles.
En Inmobiliarios 2.0, proponen algunas estrategias de marketing experiencial aplicado habitualmente a la venta de otro tipo de productos que, aunque sencillas, nos resultan a veces un tanto extrañas en el contexto inmobiliario. Comprar una vivienda, sea un piso o una casa es, probablemente, la operación económica más importante que realiza una persona a lo largo de su vida. Podemos comprarnos diversos coches o realizar fantásticos viajes, pero difícilmente invertiremos tanto dinero en ello como en adquirir una casa. Siendo así, resulta de lo más lógico, tomar la decisión una vez experimentadas las sensaciones que nos ofrece lo que puede ser nuestro futuro hogar.
Se trata, por lo tanto, de una buena iniciativa por parte del vendedor y una buena oportunidad para el comprador.